Mario Arroyave su acercamiento a la fotografía comienza a los 13 años, labor que cultivó en paralelo mientras estudiaba ingeniería en sistemas y publicidad.
Arroyave incorpora conceptos de la física y la informática a la creación de piezas desarrolladas a partir de la exploración de la relación entre el cuerpo y el espacio.
Arroyave emprende un diálogo íntimo que produce piezas inmersivas que conducen a la introspección. Así, propone un juego dialéctico entre lo macro y lo micro que busca desentrañar el binario y exponer el eterno ir y venir que habitamos.